Primeros pasos hacia la agilidad

Mucho hemos escuchado de agilidad. Sobre todo, con ideas vinculadas a la rapidez de los procesos. No obstante, ese es un concepto equivocado. “Se cree que la agilidad es entregar el trabajo más rápido”, dice Felipe Urzúa, Ingeniero de Preventa de Tecnova. Él realiza todo el camino previo antes de “sumergir” a los clientes en el desarrollo agile.

En un escenario con ideas imprecisas sobre el agile, Tecnova quiere ayudarte. En esta nota, el experto Felipe Urzúa abordará todo lo que se debe saber antes de desarrollar software con una práctica ágil.

 

Metodología o práctica ¿qué saben los clientes de agilidad?

Es algo habitual cuando se inicia un proyecto de desarrollo. Los clientes ya tienen una maqueta de lo que requieren, pero no siempre precisa. Según Urzúa, casi el 80% de los clientes solicita desarrollo de forma ágil. “’Quiero trabajar con agilidad’, nos dicen, pero no conocen claramente que es agilidad”, asevera.

Según Felipe Urzúa, antes de comenzar cualquier inducción sobre la agilidad se encuentra con dos situaciones: Cuando el cliente pide trabajar con agilidad, pero tiene un proyecto que no cumple con esos estándares y, cuando el cliente desea “trabajar con agilidad, tiene todas las ganas, pero no tiene la experiencia”, enfatiza el ingeniero.

Este primer diagnóstico sirve para conocer que entienden las personas por Agile. Con ello, Felipe enfatiza en que hay concepto de base erróneo sobre qué es la agilidad, ¿un método, una filosofía, una práctica? “La agilidad no es una metodología, […] son prácticas, como actividades que puedes recoger. Puedes tener un proyecto que no es ágil y tener practicas agiles independientemente”, reafirma.

 

Técnicas de inicio en el Agile

En Tecnova se desarrollan una serie de inducciones para explicar al cliente sobre todo lo relacionado con Agile. Uno de los métodos utilizados son los Workshop sobre agilidad. En ellos, asisten desde personas capacitadas en TI y desarrollo de software, hasta analistas de marketing, operaciones, entre otros. La idea es que todo el equipo de la empresa se involucre en el proyecto de software con prácticas ágiles, para entender a cabalidad que implicancias tiene este enfoque.

Para llegar a ese conocimiento, hay varias actividades para descubrir el producto que requiere el cliente y la mejor forma de aplicar agilidad. Como afirma Felipe Urzúa, lo fundamental es concientizar al equipo y a los interesados de lo que significa ser Ágil, su rol y como ayudar a que la iniciativa tenga éxito por medio de prácticas como el Agile 101. El concepto resume una breve introducción a los principios y prácticas de desarrollo ágil.

Este paso es muy necesario ya que, según el ingeniero, “hoy el 80% de los clientes prefiere agile […] y vienen preseteados con una idea errónea o incompleta de agilidad”. Ante ello, lo fundamental es ir conversando con el cliente sobre sus requerimientos, pues “generalmente las practicas ágiles demandan más participación de ellos. No tienen que ser expertos técnicos ni nada especifico, solo se les exige participación y compromiso”, indica.

 

Actividades con Agile

Luego de comprender lo fundamental de lo ágil, está la base necesaria para iniciar la alineación entre la empresa de desarrollo y el cliente. En ese ejercicio, se puede definir la cantidad de actividades que se realizarán de forma ágil. “Explicamos todas las posibles prácticas que nosotros podemos aplicar, que van desde actividades de descubrimiento de requerimientos, de especificación funcional, instancias de reunión, de construcción, de pruebas, etc al mismo tiempo que evaluamos las prácticas no ágiles que es necesario mantener.”, asegura Felipe Urzúa.

Lo anterior es necesario, ya que los clientes entenderán como funciona una práctica ágil. “Les enseñamos a los clientes las practicas ágiles a utilizar, como se aplican y el porqué de usarlo. Además del ROI que otorgan estas prácticas, independiente de las actividades que se haga”. Tal como resume Felipe Urzúa, en esta etapa se “configura el proceso para determinar qué tan agiles vamos a ser empresa y cliente”.

 

El valor del agile

Pero no todo son directrices. La idea de introducir el concepto agile en el cliente es hablar del sentido y valor que aportan hacer proyectos bajo estas prácticas. “Tratamos de no solamente hablar de la metodología, sino también de como impacta en la cultura del cliente y […] cual es la ganancia del agile, ya que no tiene nada que ver con entregar software cada dos semanas”, enfatiza el ingeniero.

En sus palabras, el verdadero valor del agile es cuando al recibir el software final, “cada línea de código que se desarrolla sirve para resolver algo. Ese es el verdadero objetivo: que tú no pierdas dinero trabajando en el código”, sentencia Felipe Urzúa.